Duerme, que viene el coco

viernes, 6 de octubre de 2017

Simplemente camina

  1. Al andar no puedes evitar piedras en tu senda. Unas veces serán guijarros, rocas en otras ocasiones.
    No las patees o te harás daño. Apártalas a un lado y sigue tu camino. Podrás encontrarlas más adelante, convertidas en arena por efecto del desgaste y el paso del tiempo. Habrán dejado de ser piedras y ya no te harán daño.
    Sigue adelante. Simplemente camina.

Yo perdono

PERDONAR: Olvidar una persona la falta que ha cometido otra persona contra ella y no guardarle rencor...
Yo perdono. Y no porque sea mejor persona que los demás. Perdono aún cuando esa persona no sabe que ha hecho daño, o ni siquiera se ha dignado a disculparse cuando es consciente de ello.
Perdono porque no le voy a dar el poder a nadie para que mi corazón albergue un sentimiento tan negativo, tan destructivo y tan dañino como es el rencor.
Perdono porque quiero mantener mi alma libre de impurezas que me impidan vivir con alegría.
Perdono.

Viajeros por Almería

Samuel Edward Cook, autor de «Sketches in Spain», viajó por Almería de 1829 a 1832.
Acerca de Purchena escribió:
«No hay nada que pueda superar la amabilidad de estas gentes, que son extremadamente pobres, aunque poseen una mina capaz de enriquecer toda la comarca, si bien hoy día es completamente inútil e improductiva».

EL CULETE DE CRISTAL


Los Livermore, procedentes de Gran Bretaña, se asentaron en Málaga, donde llegaron a formar parte de la burguesía imperante en el siglo XIX.
Practicantes de los matrimonios endogámicos, dejaron secuelas en sus descendientes.
Uno de ellos aseguraba tener un trasero de cristal. Corría el peligro de que se le rompiese, por lo que al no existir repuesto de tan preciado bien, siempre iba acompañado de un criado que le llevaba un almohadón donde sentar sus posaderas